miércoles, 5 de julio de 2017

La 'viejoven' política de Podemos

Lo verdaderamente importante presenta: Podemos amenaza con romper la estabilidad por una perreta

Dicen que el maestro termina siendo superado por su alumno, el cual aprende mucho más rápido las enseñanzas que este le reporta. Otras veces, en cambio, es el maestro el que termina aprendiendo de su alumno nuevas formas o caminos de llegar al conocimiento en ese ámbito que controla. Lo que ha hecho Podemos es coger lo más rancio de los partidos antiguos y convertirlo en propio, alejando ese afán por acabar con la vieja política e inaugurando una etapa en la que se está comportando como la 'viejoven' política, una mezcla de nuevo con antiguo que atufa y amenaza con romper la estabilidad en varios puntos del archipiélago.


El partido dirigido por Noemí Santana desde hace bastante poco -fue elegida secretaria general en el archipiélago tras la Asamblea Nacional de Vistalegre hace apenas unas semanas- ha cambiado desde que llegara esta al poder, y eso se ha notado bastante pronto. En una pataleta propia de partido histórico, una de las primeras decisiones de calado de la nueva ejecutiva regional ha sido amenazar -ellos lo llaman presionar- a un partido completamente ajeno a ellos como es Nueva Canarias para que no apoye el techo de gasto que ha presentado el Gobierno estos días. En definitiva, alguien ajeno al partido ha querido imponer una decisión interna a la formación nacionalista liderada por Román Rodríguez.

Desde la Secretaría General de Podemos en Canarias afirmaron que si el diputado, y también edil municipal de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo apoyaba mediante una abstención o un voto favorable el techo de gasto, se convocaría a los cuatro ediles de Podemos incluidos dentro de la confluencia Las Palmas de Gran Canaria Puede para que exijan al PSOE que rompa con Nueva Canarias en la capital. Una amenaza velada en forma de comunicado de prensa. Una amenaza que ni siquiera llegó a oídos del líder del grupo municipal, y edil de la corporación, Javier Doreste, que mostraba su sorpresa al enterarse de la noticia. 

 Javier Doreste, líder de Las Palmas de Gran Canaria Puede. Fuente: Twitter.

"No podemos seguir permitiendo que un socio nuestro siga siendo el sustento de un gobierno corrupto y austericida como el de Rajoy y Montoro. Ya que el PSOE no hace nada para evitar que lo sea un socio suyo con el que van en alianza electoral, nos toca a nosotros advertirle de las consecuencias de su voto", aseguraron desde la formación morada. Es decir, un acto propagandístico más de cara a unas futuras elecciones. Lo que busca el partido de Pablo Iglesias es seguir demonizando al PSOE renovado de Pedro Sánchez, que se ha acercado peligrosamente a sus posturas. Para ello, le presionan desde todos los ámbitos, incluido el caso municipal en la capital de Gran Canaria.

Doreste mostró su incredulidad y afirmó que no se le había avisado de la postura que se pretendía tomar desde Podemos Canarias. Según el edil, la decisión de Santana se ha tomado sin tener en cuenta a los munícipes e ignorando a las bases del partido, esas que tanto se esmeran en cuidar. También señaló con rotundidad que no encuentra "ningún motivo" por el cual el pacto tripartito tenga que romperse en Las Palmas de Gran Canaria. Y lanzó otro dardo a la nueva secretaria de la formación, asegurando que le parece una medida "muy personalista". Ahí es nada para un partido que se congratula de contar con todas las voces posibles para sus decisiones. "Si este es el nuevo estilo de Podemos, apaga y vámonos", apostilló para más inri.

 Imagen de Javier Doreste (dcha.), Augusto Hidalgo (c.) y Pedro Quevedo (izqda.), integrantes del tripartito en LPGC. Fuente: Canarias-Semanal

El Consistorio dirigido por Augusto Hidalgo va a tener un "marrón" encima. O echa a Nueva Canarias en caso de que su socio de gobierno vote a favor del techo de gasto, o puede que una parte de su otro socio se escinda del grupo como protesta. En cualquiera de los dos casos, lo que se avecina es una fuerte inestabilidad en la política municipal. El otro elemento que puede suceder es que Nueva Canarias, que ya ha mostrado su enfado porque Podemos se entrometa en sus asuntos, termine cediendo -aunque no sea verdad, así se verá por el electorado y por Podemos- ante la presión morada para hacer lo que dictan sus supuestos códigos de buena fe. En cualquier caso, las amenazas para romper pactos son algo muy manío en la política, por lo que Podemos ya se ha incluido en la peligrosa línea de la 'viejoven' política, de la que Ciudadanos ya era felizmente parte desde hace bastante tiempo.

Christian A. A. S.
@ChrisAfonSan

viernes, 30 de diciembre de 2016

Adiós 2016, adiós

Otro año se va. 2016 ha cogido carrerilla y ha terminado llegando el 31 de diciembre de un nuevo año que se marcha por el sumidero, para no volver. Y llegan las preguntas típicas de despedida de un ciclo alrededor del Sol. ¿Qué he hecho durante este 2016? ¿Qué me propuse hacer durante este 2016? Y la más dura y desalentadora de todas... ¿cuál es la diferencia entre la primera y la segunda pregunta? De por medio, muchas cosas que se supone que no deberían haber pasado y pasaron y otras muchas que esperaba que pasaran y no pasaron. Hoy, 30 de diciembre, es el momento idóneo para echar la vista atrás y ver el 2016 desde la perspectiva del amigo celoso y resentido porque no fue invitado al cumpleaños del siglo.

¿Qué he hecho durante 2016? Pues nada destacable. Ha sido un año en el que me he sentado a verlas venir, siguiendo con una larga trayectoria de nervios, estrés y exámenes aprobados con nota, tantos que ya no tiene mérito alguno. Me he vuelto a mudar, sí, porque no hay una séptima sin octava, aunque esta vez sí que espero de corazón que no haya una novena hasta dentro de algún tiempo. Me despedí de un compañero de piso para darle la bienvenida a otro, del Atlético de Madrid para más inri, pero un buen chaval: somos un cuarteto en ese piso getafense bastante bien avenido. En peores plazas me ha tocado torear. Quizás algo reseñable de este 2016 fue contribuir al capitalismo explosivo de nuestras sociedades contemporáneas y a la explotación laboral de becarios que buscan su primera oportunidad en una profesión cruel como es el Periodismo. Sí, este año 2016 trabajé, por menos de 200 cochinos euros al mes, durante nueve horas de jornada laboral cinco días a la semana en un periódico regional. Gran experiencia por las personas conocidas y por los amigos hechos. Penosa experiencia por el trabajo realizado y las calabazas dadas.

Un 2016 que también me dejó desengaños, aplicaciones para citas que de poco sirvieron, y una persona que decidió que ya era hora de que perdiera la virginidad. Nadie creía que fuera cierto, sobre todo la parte del quién. Muchos dirán que, con mi primer trabajo remunerado y mi primera mañana de sexo, 2016 ha sido un año importante en cuanto a experiencias vitales. Bueno, si ellos lo dicen será verdad, pero no creo que pasen a la historia de mi vida estos doce meses, ni para bien ni para mal (que ya es un logro). Sin embargo, este 2016 ha quedado marcado por dos acontecimientos que lo han convertido, por momentos en un infierno difícil de aguantar.

A principios de año dejé que mis sueños se impusieran a la razón. Sí, mandé una carta a Ávila que parece que nunca llegó al destinatario porque todavía sigo esperando una respuesta. Aunque, a juzgar por lo que cambió esa persona en su actitud hacia mi persona, algo debió llegarle a pesar de no haberme querido decir nada en absoluto. Su indiferencia, su cruel comportamiento, sus mentiras y engaños, sus miradas cargadas de lástima hacia un pobre estúpido... No olvidaré jamás el daño que me infligieron. No olvidaré jamás el asco que siento hacia mí mismo por seguir enamorado del destinatario de esa maldita epístola. Y lo peor, no me perdonaré jamás por haber cometido el gravísimo error de pagar el correo certificado más doloroso de mis 20 años de existencia.

¿Qué me propuse hacer este 2016? Ir al gimnasio para ver si así conseguía que la operación bikini significara algo para mí, pero es que al final no hubo ni operación bikini, ni operación abrigo, ni operación camiseta de tirantes... Ni falta hace decir que el gimnasio todavía sigue esperando que alguna tarde le honre con una visita. También me propuse no terminar el 2016 sin haber conseguido perderla... Es la primera vez que uno de mis propósitos de año nuevo es satisfactoriamente cumplido. Me propuse sacarme el C1 de inglés, y en ello ando todavía, así que mitad de propósito conseguido. Pero también me propuse empezar con el italiano, y la pizza y el pepperoni también siguen esperando, junto con el gimnasio. 

Se va el 2016, y no volverá. Cuesta despedirse de alguien al que no verás nunca más en tu vida, pero este año va a ser fácil no volver a verle. Solo espero que el 2017 sea algo menos indiferente conmigo, que no lo sea tanto como el receptor de aquel mensaje envenenado del mes de enero. Solo espero que el 2017 me devuelva a la senda que quise seguir desde que tenía seis años, aquella mañana de domingo en la que cogí un tetra-brik de leche, un canuto de papel de cocina, y las dos últimas servilletas que quedaban en él para hacerme una cámara y un micrófono e imitar a aquellos que se ponían detrás de la televisión a hablar de lo que pasaba en el mundo.

Adiós 2016 y hola 2017.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Reflexiones


Hoy voy a convertir mi blog, el cual hace mucho tiempo que no renuevo, en algo distinto a lo que he venido haciendo hasta ahora, espero que me sepan perdonar por no tratar la actualidad como he hecho siempre. 

Hay semanas en las que empiezas cargado de energía, las pilas emiten su mayor potencia y estás preparado para comerte el mundo, intentar ser quien tú eres y convertir con ello tus ilusiones y objetivos en realidad. Sin embargo, la vida no está hecha para vivir según tus objetivos, según tus designios e intereses, sino que tienes que compartirla con mucha gente, demasiada. Siempre he intentado creer que la gente no hace daño, no hiere, no te arranca la ilusión, no te usa, no insulta tus sentimientos... pero, cada día que pasa me doy cuenta de que en un mundo de personas normales, el único anormal soy yo.

Creía, tenía la ilusión de creer, que había mucha gente como yo, con mis manías, mis miedos, mis inseguridades, pero que siempre intenta hacer el bien. Pero no, y vuelvo a repetir que un mundo de personas normales, el único anormal soy yo. Anormal porque me gusta que me respondan cuando hablo; anormal porque voy con la verdad por delante; anormal porque lloro, porque río, porque muestro mis sentimientos; anormal por querer a alguien tanto como para no esconderle cosas; anormal por contestar a un Whatsapp casi al instante si es importante; anormal por querer arreglar el mundo por encima de mis propios intereses... Estas aptitudes, estos valores se están perdiendo.

Hace unos años, sufrí los peores momentos de mi vida: mi familia estaba fragmentada, mi abuela no se hablaba con su hija, mi madre, ni con su yerno, mi padre; viví en cinco casas distintas en dos años; perdí amigos, perdí momentos, perdí ilusiones; mis padres estuvieron al borde del divorcio por todo ello... En ese momento, creí que solo podía ir hacia arriba, pero no elegí bien. Me equivoqué de camino, de senda hacia la felicidad. Tuve una novia en ese momento tan amargo, pero duró lo que dura un caramelo a la puerta de un colegio. Fue otra bofetada su actitud, su desgana, su desinterés y su poco tacto conmigo: la necesité en mi peor momento y lo que hizo fue darme una patada al borde del precipicio para que cayera.

En ese momento, me aferré con todas mis fuerzas a la única piedra que me quedaba para no caerme: mi futuro, mis estudios. Ahí donde podía ser yo mismo, donde a nadie le importaba que fuera el empollón de la clase, donde llevar gafas te hacía más molón. Superé mis adversidades y ese año en el que me quedé en la calle, en el que mis padres casi se divorcian, en el que no hablaba con mi abuela, en el que me dejó mi novia; justo ese año saqué una media de diez en el instituto. Aclaré mi visión, y supe que iba a dejar de lado todo el mundanal ruido y me centraría en arreglar mi futuro, en convertirme en lo que hoy soy.

Pero hoy ya no sé quién soy, no sé qué quiero hacer, no sé adónde quiero llegar con mi vida. Hoy me siento más solo que nunca, en una ciudad de millones de personas que van a su bola, con mi familia a 2.000 kilómetros de distancia. Esa soledad me oprime el pecho, me niega respuestas, me niega consuelo. Estoy casi seguro de que hoy, 19 de noviembre del 2016, soy el peor Christian Alexis Afonso Sánchez de la historia. ¿Dónde se ha quedado el Afonso? ¿Dónde el Sánchez? Ya no me reconozco: soy un extraño viviendo mi propia vida.

Esta semana, sin duda, ha sido la peor de mi vida. Prefería llorar por dentro, que me sangraran las entrañas, pero tener un pequeño oasis donde poder descansar y reponer fuerzas. Pero esta semana no ha habido oasis, no ha habido descanso, no he recuperado fuerzas. Mi negatividad me aprisiona en una cárcel de cuatro recuerdos, de cuatro momentos que me han marcado y que ahora amenazan con hacerme estallar.

Y eso es algo que no puede arreglar un psicólogo, ni alguien que se hace pasar por psicólogo: de esos ya tuve muchos, y no arreglaron nada. Sobre todo, porque a la semana de decirte cosas bonitas te clavan puñales por la espalda. 

Ha sido una terrible semana, en la que he destruido todo lo que, laboriosamente, construí estos casi 21 años de mi vida. Destruí mi futuro, ya no quiero ser periodista, ya no quiero ir a clase y demostrar quién soy. Básicamente, porque ya no soy Christian Alexis Afonso Sánchez, sino otra cosa, otro ser.

sábado, 1 de octubre de 2016

Se hunde el Titanic Socialista

Lo verdaderamente importante presenta: crisis en Ferraz, crisis democrática, crisis en valores

Esta semana ha sido tremendamente convulsa en la sede federal del Partido Socialista Obrero Español, donde los miembros de la formación se han agrupado en torno a dos conglomerados completamente enfrentados entre sí y que amenazan con desquebrajar la hoy frágil unidad del partido. Pedro Sánchez se ha visto envuelto en un aluvión de críticas tras los penosos resultados del PSOE en las elecciones vascas y gallegas del pasado 25 de septiembre, pero él se ha aferrado a la secretaría general en pos de lo que la militancia decidió en su momento. Una guerra civil que aboca al hundimiento del "Titanic Socialista".


El PSOE actual en poco se parece al que salió victorioso en el año 2008 con Rodríguez Zapatero al frente. Ese partido político ha perdido casi seis millones de votos y la mitad de su peso en el Congreso de los Diputados, una auténtica debacle que se ha visto recrudecida en los últimos años. Tras la espantada del hasta ahora último presidente socialista en España, en otoño del 2011, el partido nacional más antiguo de nuestra historia no ha hecho sino caer en cada cita electoral (salvo en las andaluzas del 2015) y encadenar resultado histórico negativo tras resultado histórico negativo. 

Pero sería engañarse a sí mismo el culpar a Pedro Sánchez del declive socialista. Con Alfredo Pérez Rubalcaba, sucesor al frente del partido de Zapatero, el PSOE también cuajó dos resultados pobres: en las elecciones del año 2011 que dieron la mayoría absolutísima al PP de Mariano Rajoy, y en las elecciones europeas de 2014, que con los casos de corrupción y los recortes populares, no mostraron un partido socialista fuerte que hiciera frente a los conservadores y que aglutinara el voto del descontento. Sánchez llegó tras ese fiasco continental como una cara joven y nueva (y guapa, que parece ganar enteros en los partidos) para enfrentarse a la amenaza de una nueva fragmentación en el electorado de izquierdas de este país, pero que también tenía que hacer frente a una posición mucho más moderada encarnada en otra formación que también parecía arrebatarle peso electoral. 


No ha tenido una tarea ni mucho menos fácil el actual Secretario General de la formación socialista. Ha sido un político que no ha llamado la atención sino en contadas ocasiones y, en todas ellas, por razones que no fueron políticas en sentido estricto. No hemos visto a Sánchez en los medios por hablar de las propuestas de erradicación de la pobreza, de defensa de los derechos sociales y del estado del Bienestar, sino por insultar a sus rivales, por soltar gritos en mítines y por aplaudir los bailes de Iceta en Cataluña. Ha sido un político sin más, que obviamente no ha robado ni matado ni mentido a sus electores, pero que sencillamente tampoco ha hecho algo digno de ser recordado entre sus simpatizantes y afiliados. Sánchez se ha limitado a estar escondido en un segundo plano, mientras otros le arrebataban peso en las tertulias y en los programas de actualidad. Se ha enfrentado a dos monstruos televisivos como Pablo Iglesias y Albert Rivera, y a un político muy experimentado en debates como Mariano Rajoy, y siempre ha perdido.

No estoy para nada de acuerdo con la maniobra rastrera y antidemocrática que ha llevado a cabo el llamado "sector crítico" de Ferraz, encabezado por la baronesa Díaz de Sevilla, pero tampoco puedo decir que Pedro Sánchez haya hecho algo por evitarlo y que, de una manera u otra, se lo ha ganado a pulso. No por actuar con falta de habilidad en sus movimientos políticos de los últimos dos años, sino por su falta de movimiento. El Sánchez pasivo, el Sánchez sumiso y el Sánchez errático son las figuras que hemos conocido del líder socialista, y eso le ha hecho granjearse muchos enemigos en una formación que siempre se ha caracterizado, precisamente, por el movimiento (que se lo digan a Miquel Iceta). No se puede entrar, además, como un elefante en una cacharrería, echando a los líderes regionales que no estaban de acuerdo con su persona, como Tomás Gómez en la comunidad de Madrid. 


Este sábado se celebra en la calle Ferraz de Madrid uno de los Comités Federales más trascendentales en los 137 años de vida del PSOE, el que decidirá cómo será el futuro más inmediato del partido. Un partido que, dividido como está ahora mismo, solo puede ir a peor en las futuribles terceras elecciones del mes de diciembre. Si el PSOE no quiere volver a conseguir un resultado histórico para situarse por debajo de los míseros 85 diputados que obtuvo en junio, el partido tendrá que unirse para afrontar la situación de manera conjunta, detractores y devotos. Pero claro, eso es demasiado pedir en una formación que está luchando por un sillón de mando situado en Ferraz y no en Moncloa. ¡Qué lástima!

Christian A.A.S.
@ChrisAfonSan



miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿Hasta cuándo, Rita?

Lo verdaderamente importante presenta: Cuando Rita Barberá dejó de ser el ejemplo de orgullo del Partido Popular

Tras seis años desastrosos para el PP valenciano, y tras ser castigados en las elecciones del año 2015, donde perdieron su feudo en la ciudad del Turia, Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y una de las grandes figuras del partido conservador, abandonará la formación por el supuesto blanqueo de capitales que la podría llevar al Tribunal Supremo en próximas fechas. Hoy, 14 de septiembre del año 2016, cae otro peso pesado del Partido Popular, la antigua Alianza Popular. Si Fraga levantara la cabeza...

 Rita Barberá en foto de archivo. Fuente: Juan Carlos Cárdenas (EFE)

Rita Barberá se ha convertido en el nuevo "mártir" del Partido Popular, esa formación política que tanto la ha defendido, que se ha partido la cara en algunos momentos por hacerlo, y que hoy, otra vez, ha recibido una soberana bofetada. La archifamosa, la más grande, la apodada "Alcaldesa de España", abandona un buque a la deriva, no por su propio pie (eso sería demasiado pedir para alguien con tanto orgullo como la exalcaldesa de la ciudad levantina), sino obligada por sus mandamases, muchos de los cuales no han dudado en pedirle/exigirle que se fuera a su casa a descansar y dejar de dar mala imagen a su partido. Pobre Rita, antes amada y ahora repudiada. 

Pero lo cierto es que Barberá ha podido cometer un delito de blanqueo de capitales durante su etapa, eterna, al frente del consistorio de Valencia. Tras 24 años, se destapó el pastel y muchos de sus colaboradores más íntimos se las han visto con la justicia, exculpando a la "Baronesa del PP valenciano" y sacándole las castañas del fuego. Sin embargo, la patata caliente ha explotado, y ha dejado la cara de Barberá llena de restos de tubérculo. Eso la ha obligado a retirarse del partido que le ha dado la fama, y de comer de forma muy copiosa, desde que iniciara su trayectoria política. 

 Barberá charla con Alfonso Grau, en una imagen de 2.003. Fuente: Vicent Bosch (El Mundo)

Una política que nunca ha dejado indiferente a nadie, son famosas sus citas célebres, su espontaneidad con sus partidarios y detractores, el amor que un día le profesaron todos los valencianxs en su querida ciudad, el amor que igualmente le profesaron sus compañerxs de partido (que ahora no dudan en virar la cara para no saludarle) o sus acciones poco ortodoxas en algunos momentos. Protagonista de las sátiras más sangrantes y de los discursos más incoherentes, de las críticas más duras y de las pasiones más enardecidas, Rita Barberá ha sido una política de contrastes, pero sobre todo de secretos. Y esos secretos hoy se la llevan a la tumba de su carrera política en el Partido Popular.

Sin embargo, el orgullo que ya comenté que tiene Rita ha hecho que no abandone su puesto de Senadora en la Cámara Alta de España. Lejos de querer dejar de ser aforada, Rita no duda en seguir defendiendo su inocencia en los hechos por los que será imputada en los próximos días, y asegura que si abandona la cámara estaría dando la razón a aquellos que quieren verla acabada. Ay, el orgullo de Rita... Ese orgullo que le impidió ver que en su ciudad se respiraba cambio hace un año, ese orgullo que le impide ahora ver que su presencia no hace sino enturbiar su propia imagen, ese orgullo que, en definitiva, en más de una ocasión le ha valido ciertos correctivos.

¡Pero qué hostia, Rita! Qué hostia te has dado contra la realidad. A pesar de ello, insistes en seguir en el Senado, en hacer leña del árbol caído, en perjudicar al PP. Ese partido, sin duda, que es sinónimo de corrupción y de mala praxis política. Mientras tú abandonas sus filas para estar sola contigo misma por primera vez en tu carrera, ellos se regodean de tu desgracia, y no creas que te darán las gracias por lo que hayas podido hacer bien, poco pero algo, sino que se olvidarán de ti y te convertirás en un mal sueño en una calurosa noche de verano. Hoy es el final de la Rita del PP, pero ¿hasta cuándo Rita? ¿Hasta cuándo seguirás eludiendo tus responsabilidades? El tiempo dirá.

Christian A.A.S.
@ChrisAfonSan